Cuando un niño pega a otro, inicialmente se debe por un desasosiego, también puede ser con instinto de sometimiento de uno hacia el otro, pero inicialmente suele ser porque tiene un desasosiego, una rabia, una impotencia, algo que lo manifiesta golpeando a su compañero como si así se lo pasara a él. El otro se ve sorprendido por ello, pero le llega ese desasosiego en el golpe de su compañero. Por tanto tenemos, en principio, dos víctimas inocentes y sólo hablando podremos descubrir cómo lo ha hecho uno, el que ha pegado, y cómo lo ha recibido el otro.
Cuando un niño intenta imponer (probablemente por una conducta aprendida en su casa, sea por padre, tío, abuelo o madre, tía o abuela) debemos enseñarle que en la sociedad escolar, no es válido; por tanto lo que debemos hacer siempre es darle la ocasión de hablar y si él, probablemente igual no, pero probablemente se vuelva a negar, entonces nosotros lo que debemos hacer es mostrarle que con esa actitud no estamos dispuestos a soportarle, en todo caso lo apartaremos de una manera que no sea dolorosa para el niño, sin arrogancia, haciéndole ver que entendemos su actitud pero que no la aprobamos. Simplemente que llegue a entender que con la actitud de su tío, su padre o abuelo, etc. no va a tener éxito en las relaciones con los demás.
En cuanto podamos se lo manifestaremos a su familia, diciéndoles que esa es una conducta aprendida fuera del colegio.
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Tic-tac, tic-tac... |
No te quedes con la teoría, llévalo a la práctica, ya habrá tiempo de hacer tareas o fichas más adelante; la resolución de éstos conflictos emocionales requieren de toda nuestra atención de inmediato; de ti maestro o maestra, madre o padre, depende que no se haga demasiado tarde.