jueves, 16 de mayo de 2013

Y ASÍ NACIERON LAS HISTORIAS DEL MUNDO...

                                           A STORY  A STORY                              

Lo he traducido a mi manera, y dice...



...Todas las historias pertenecían a Neame, el Rey del Cielo, las guardaba en una caja de oro. Anansi, el Hombre Araña (spider-man), quiso comprar las historias del Rey del Cielo y para eso, tejió una tela de araña que llegaba hasta el Cielo.

Cuando el Rey del Cielo escuchó lo que Anansi quería, se rió... 
“El precio para que tu consigas mis historias es que traigas 3 cosas para mi:
Osebo. El Leopardo de los Dientes Terribles.
Mboro. Las avispas que apestan como el fuego. Y...
Moatia. El Hada que el ser humano nunca ha visto.”

Anansi contestó que pagaría gustoso el precio. Y El Rey del Cielo se rió pensando cómo un hombrecito tan pequeño podría pagar ese precio.

Anansi corrió por la jungla hasta toparse con El Leopardo de los Dientes Terribles.
-Oooh Anansi, -dijo el Leopardo- llegas justo a tiempo para ser mi comida.
-Anansi le contestó: y así será, pero antes déjame que te cuente cómo se juega al juego de las ataduras.
-¿Cómo se juega?
-Con unas enredaderas te ataré pata por pata y luego tú me podrás atar a mi.  

Al Leopardo le pareció bien, así podría comérselo más fácilmente. Entonces Anansi ató al Leopardo por sus pies, por sus pies..., con la enredadera; y luego le dijo: Ahora Osebo, estás preparado para conocer al Rey de los Cielos. 


Después Anansi cortó una rama del árbol de las bananas y llenó una calabaza con agua y se desplazo entre las altas hierbas... hasta llegar hasta el nido de Mboro, las avispas que apestan como el fuego.
Anansi se puso la rama de banano como un paraguas y se echó sobre la cabeza un poco de agua de la calabaza. El resto de agua la echó sobre el nido de avispas y gritó: Está lloviendo! Está lloviendo! Podéis meteos dentro de mi calabaza y proteger vuestras alas de la lluvia!... Ahora Mboro, estáis preparadas para conocer al Rey del Cielo.


Anansi, preparó la pequeña muñeca de madera que lleva un bol, atándola con una cuerda. Y la embadurnó de cola pegajosa de arriba abajo. Después lleno el bol de la muñeca con mermelada y colocó la muñeca cerca del árbol extravagante, donde al Hada le gusta bailar.
En breve Moatia, el Hada que el ser humano nunca ha visto, se acercó bailando hasta el árbol extravagante. 
Moatia dijo: Gambebe, estoy hambrienta, ¿Puedo comerme tu mermelada?... Gracias, Gambebe. ¿No me respondes cuando te doy las gracias? Si no me contestas te daré un tortazo. ¡Suelta mi mano o te daré otra torta! 
Anansi le dijo, ahora estás preparada para conocer al Rey del Cielo, Moatia.

Anansi ató con tela de araña a Osebo,a Mboro y a Moatia y los subió al Cielo.

Oh! Neame, aquí está el precio por tus historias:
Osebo. El Leopardo de los Dientes Terribles.
Mboro. La avispa que apesta como el fuego. Y...
Moatia. El Hada que el ser humano nunca ha visto.


Pequeño Anansi, El hombre araña, ha pagado el precio para conseguir mis historias. 
Desde hoy y por siempre, mis historias pertenecen a Anansi a las que llamaremos “Historias de Araña”.

Anansi cogió la caja de oro llena de historias y volvió a la Tierra. Y cuando la abrió, tooodas las historias llegaron a todas las esquinas del Mundo, y esta historia también.

Ésta que os he contado es mi historia.

“Si os ha gustado o si no os ha gustado, dadle un bocado, y el resto me lo traéis de vuelta mi.”



Haz click en Anansi


1 comentario:

  1. Las historias de cada lugar del mundo contadas en éstas películas enseñan a niños de todos los tamaños (hasta los de 100 kilos y calvos) la escala de valores que existen en otros lugares.

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